La Junta amañada. Los personajes de la Junta Rectora IV
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LA OSADÍA DE IGNORAR AL INTERVENTOR, LA MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE ENSERES Y LOS DESPIDOS “FANTASMA”
Mi respuesta a dicho “acto vandálico” no tardó en llegar mediante una carta entregada en la oficina comunitaria en la cual solicitaba que se procediese a la modificación del Acta, pues como interventora designada en dicha Junta del verano del 2016 de nuestra urbanización en Guadalajara (en nuestro caso, esta figura era nombrada en todas las Juntas de propietarios para cotejar los votos delegados que traía el Sr. Presidente y dar una falsa apariencia de transparencia, pues realmente no había nado contra lo que cotejar), yo no había indicado lo que constaba en el Acta posterior, además de indicarles que habían omitido algunos puntos importantes que se trataron en Junta, deliberadamente o no. Pero los mismos, eran de interés vecinal. Aquí un extracto de la misiva:
Era bastante inocente por mi parte pensar que iba a recibir una respuesta a esta misiva, y menos cuando lo que estaba denunciando eran hechos fácticos en los que no había lugar a dudas, posibilidad de malas interpretaciones o equívocos.
Llegué a pensar que empezaban a cogerme cariño con tanto mote: piojo, garrapata, ladilla…..
Nunca quisieron rectificar el Acta con los datos que indicamos los interventores, es decir, mi vecino y yo; nunca se divulgó nota aclaratoria alguna sobre este incidente por parte del presidente al resto de los vecinos que, no habiendo asistido a la Junta General, no se enteraron del “tongo” que ahí se había orquestado.
Y un hecho muy grave que no podía omitirse es que, tal y como indiqué en la carta de solicitud de rectificación en el apartado 3, se había procedido a la enajenación o venta de unos enseres ¡hasta una barredora Antolín 1.500L que en el mercado podría llegar a costar entorno a los 60.000€ nuevo! Todo en un único lote, por un irrisorio valor de 21.000€.
Cuando los vecinos nos enteramos, pusimos el grito en el cielo: de haberlo sabido, había vecinos que hubiesen pujado también, ¿por qué no se había solicitado un peritaje del lote o valoración profesional independiente previo?, ¿por qué nunca lo comentaron en ninguna Junta? ¿por qué ni tan siquiera emitieron una simple nota informativa vecinal, ni lo publicaron en el tablón de la oficina comunitaria? Nunca sabremos si medió un justiprecio en beneficio de los comuneros o solo de una pequeña minoría que intentaba hacer negocio con dichos enseres.
Me llegaron a mis oídos que El Bigotes coleccionaba coches de alta gama, aunque siempre venía con un utilitario muy modesto para dar apariencia de “clase trabajadora”. Lo de la barredora, ¿sería un capricho más?
No, estaba claro que lo de la “limpieza” no estaba en su argot.
Lo peor no era que dicho lote se hubiese vendido con el único beneplácito del presidente y el mismo Bigotes, sino que no se había informado previamente a los vecinos mediante un bando vecinal, ni su aprobación previa en ninguna Junta General (como así marca la Ley de Propiedad Horizontal en su artículo 17), ni tan siquiera se comentó el deseo de deshacerse de tales enseres. Se había orquestado en la oficina comunitaria, a puerta cerrada y “entre amigos para amigos”.
Pero, ¡Aún hay más!, cualquiera, aún sin conocimientos contables hubiera incluido en las cuentas un + por el importe de 21.000 € como beneficio por la venta de tales enseres, ¿verdad? ¡Pues tampoco esto se hizo!
Se comentó de soslayo en un párrafo del acta que se procedió a la venta en bloque de todos los enseres y el ingreso se produjo en febrero de 2016 (primer trimestre), pero la realidad es que contablemente no aparecería reflejado por ningún lado del pasivo.
¡Madre mía, Sr. presidente!, ¡le va a crecer la nariz como a Pinocho! … una mentira detrás de otra. Ya le salían como rosquillas. Era un auténtico Maestro Shihan en el arte de la falacia o “como narrar medias verdades”.
Los vecinos, con un hartazgo ya más que justificado, empezaban a no aguantarle ni una más y se levantaban para hacer una descripción pormenorizada, dura, pero ajustada a derecho, de su falta de intelecto y apariencia física poco agraciada.
Reconozco que no está bien reírse de las desgracias ajenas, pero bien es verdad que, estando en primera fila del auditorio y enfrente de la mesa presidencial, tuve que hacer un auténtico esfuerzo por no soltar una sonora carcajada con algunas de las breves, pero intensas y apasionadas descripciones que algunos vecinos proferían al Sr. presidente.
Como aquella pobre presentadora de telediario a quien le da un ataque de risa en pleno directo y debe de disimular por todos los medios ante su audiencia ¡Igual me sentí yo! ¡Con lágrimas en los ojos! Eso sí.
Prosigue el familiar del Administrador (recuerden que el presidente está, pero no malgasta saliva alguna y el administrador también pero su traqueotomía le impide articular palabra): “durante el último ejercicio se han realizado dos despidos de trabajadores de la Comunidad por motivos disciplinarios y por reiteración en faltas graves que están debidamente tipificados en las labores que a los conserjes les competen y de los cuales son conscientes. A fecha de hoy se celebró uno de los juicios y estamos a la espera del dictamen de la sentencia. El segundo está pendiente de asignarse fecha para la vista”
-Vamos a ver, ¿qué es eso de un par de despidos de personal como indica? – Así, como quien narra un gol del Betis contra el Mallorca ya consumado.
-Pero, si hay despido, hay indemnizaciones, ¿no?, ¿Cuánto no ha supuesto esto? Volvemos a lo de antes, ¿por qué no se procede a consultarse y votarse antes en Junta de Propietarios?
Soy solo yo o ¿Uds. también tienen la sensación que todo se comentaba ya una vez cometido el “delito” y el resto de los vecinos, apechugando?
Es en este momento, en el que sí que parece que al presidente le interesaba intervenir indicando que, al ser despidos disciplinarios, no habían supuesto coste alguno para las arcas comunitarias.
Con el tiempo, hice mis indagaciones y descubrí que para la fecha de la Junta la primera sentencia ya se sabía (así como su coste) y efectivamente el segundo estaba pendiente. Esto fue lo que obtuve:
Empleado A.M., Juzgado de lo social Núm. 1 de Guadalajara, Fallo: “Estimo en parte la demanda interpuesta por Don A.M. frente a la empresa “Comunidad de Propietarios (la nuestra)”. Declaro IMPROCEDENTE el despido de que ha sido objeto la parte actora el día 30-12-2015, condenando a la empresa demandada a que, a su opción, readmita al demandante en su puesto de trabajo y en las mismas condiciones que regían con anterioridad al despido, con abono de los salarios de tramitación desde la fecha del despido hasta la fecha de readmisión; o le indemnice con la cantidad de 28.744,80 Euros”
Empleado M.F., Juzgado de lo social Núm. 2 de Guadalajara. Fallo: “la Comunidad de Propietarios” reconoce la IMROCEDENCIA del despido al que se refiere el expositivo II y se obliga al reconocimiento y pago de una indemnización total y completa por importe de CATROCE MIL EUROS (14.000€) netos, para resolver la relación laboral”
Por tanto, la “bromita” de los despidos, que a la postre su Señoría había declarado ambos IMPROCEDENTES, es decir, que no correspondía haberlos despedido (o no al menos por lo que alegaban: por faltas graves), nos había costado a las arcas comunitarias, la nada desdeñable cuantía de ¡42.744,80 euros!
¿Entienden ahora el miedo del servicio de conserjería? Se les despedía sin razón aparente, sólo porque no seguían las instrucciones o obedecían a El Bigotes. Aunque la recogida de delegaciones, por parte de los conserjes, tocando un puerta a puerta no estuviese dentro de su cometido laboral. ¡Cualquiera no recababa votos a favor del Sr. presidente!
Pero si a estas alturas piensan en que esto ya incurría en continuas irregularidades y, hasta podríamos decir, ilegalidades, les indicaré que todo ha sido un prolegómeno de lo que estaba por venir.
Continuará…..
Titánide Temis
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