Diferencia entre Licencia de Actividad y Licencia de Funcionamiento en Madrid
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En el proceso de abrir un negocio en la ciudad de Madrid, es esencial tener claro qué permisos y licencias son necesarios para cumplir con la normativa vigente y garantizar un funcionamiento sin contratiempos. En este artículo, exploraremos las diferencias fundamentales entre dos tipos de licencias clave: la Licencia de Actividad y la Licencia de Funcionamiento o Apertura. Estas licencias, otorgadas por el Ayuntamiento de Madrid, son necesarias para operar de forma legal y segura un establecimiento, pero se solicitan y cumplen funciones diferentes en el proceso de apertura de un negocio. Profundizaremos en los conceptos, los requisitos para cada licencia, y los casos en los que son necesarias.
1. Licencia de Actividad
La Licencia de Actividad, también conocida como licencia de instalación, es la primera autorización que debe obtenerse antes de llevar a cabo las obras necesarias en un local. Esta licencia es otorgada por el Ayuntamiento de Madrid y autoriza al solicitante a iniciar las obras e instalaciones en el espacio destinado a la actividad. Para obtener esta licencia, es necesario presentar un proyecto técnico elaborado por un profesional cualificado que detalle las obras que se realizarán en el establecimiento.
Esta licencia tiene un enfoque preventivo, ya que asegura que las obras a realizar sean compatibles con la normativa urbanística y no tengan impactos negativos sobre el medio ambiente o la seguridad pública. La licencia de actividad debe obtenerse antes de la licencia de funcionamiento, y se requiere para todas las actividades que incluyan cambios estructurales en el local o que tengan algún tipo de impacto ambiental o de seguridad significativa. Es decir, antes de poder abrir las puertas de un negocio, es necesario obtener esta autorización para garantizar que las obras cumplen con la normativa.
Actividades que requieren Licencia de Actividad:
- Actividades sometidas a control medioambiental: Estas actividades pueden tener un impacto negativo sobre el medio ambiente y, por tanto, deben ser reguladas para minimizar estos efectos. Ejemplos de estas actividades incluyen restaurantes, talleres y actividades industriales.
- Espectáculos públicos y actividades recreativas: Eventos, discotecas, y cualquier actividad recreativa que conlleve la asistencia de personas en un espacio delimitado requieren esta licencia para garantizar la seguridad del público.
- Establecimientos hoteleros: Estos negocios requieren aprobaciones específicas para el desarrollo de actividades de hospedaje.
- Garajes y aparcamientos con más de 5 plazas que no sean una dotación del edificio: Los aparcamientos, debido a su impacto en la movilidad y la seguridad, requieren esta licencia.
- Centros con dificultad para evacuar a ocupantes de forma autónoma: Centros sanitarios, residencias de mayores y centros para personas discapacitadas son ejemplos de establecimientos donde los ocupantes pueden necesitar asistencia en situaciones de emergencia.
- Instalaciones radiactivas: Actividades como la radiología, radioterapia o medicina nuclear, que impliquen el uso de sustancias peligrosas, también requieren este permiso.
Documentación Necesaria para la Licencia de Actividad
Para solicitar la licencia de actividad, es necesario presentar una serie de documentos, que incluyen:
- Proyecto técnico: Descripción detallada de las obras que se van a realizar en el local.
- Declaración de conformidad con la ordenación urbanística: Garantiza que el proyecto cumple con los requisitos legales y urbanísticos.
- Estudio de seguridad y salud: Documento elaborado por un técnico competente que garantice la seguridad en la realización de las obras.
- Plano a escala del local: Para reflejar cómo se realizarán las obras y cómo se distribuirá el espacio.
- Acreditación del destino de los residuos generados: Especificar cómo se gestionarán los residuos producidos durante la construcción o demolición.
Además, es necesario abonar impuestos y tasas, como el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que suele ser el 4% de la base imponible, y una tasa por la utilización privativa y aprovechamiento especial del Dominio Público Local.
2. Licencia de Funcionamiento o Apertura
Una vez que se ha completado la obtención de la licencia de actividad y se han llevado a cabo las obras necesarias, es el momento de solicitar la Licencia de Funcionamiento o Apertura. Esta licencia se otorga cuando el Ayuntamiento verifica que las obras realizadas cumplen con lo establecido en la licencia de actividad y que el establecimiento cumple con todas las normativas para el desarrollo de la actividad económica.
La licencia de funcionamiento es, por tanto, el paso final para poder operar un negocio de forma legal. Se podría decir que la licencia de actividad es el paso que autoriza las modificaciones físicas del local, mientras que la licencia de funcionamiento permite que el negocio entre en funcionamiento y abra sus puertas al público.
Requisitos para la Licencia de Funcionamiento:
- Instancia general: Se debe indicar el número de expediente de la licencia de actividad previamente concedida.
- Certificado final de obra: Garantiza que las obras han sido realizadas de acuerdo con el proyecto aprobado.
- Plan de autoprotección (si es necesario): Dependiendo de la actividad a desarrollar, puede ser obligatorio contar con un plan de protección para situaciones de emergencia.
- Seguro de responsabilidad civil: En algunas actividades, el Ayuntamiento exige contar con un seguro que cubra posibles daños a terceros.
- Protección contra incendios: Dependiendo de la actividad, puede ser necesario cumplir con una serie de requisitos relacionados con la seguridad contra incendios.
El coste de esta licencia puede variar en función de los metros cuadrados del establecimiento y de los impuestos previamente pagados durante la obtención de la licencia de actividad.
Declaración Responsable: Excepción para Actividades Inocuas
Es importante mencionar que no todas las actividades requieren obligatoriamente ambas licencias. En el caso de actividades consideradas inocuas, como pequeños comercios minoristas o actividades sin riesgo significativo para la salud, el medio ambiente o la seguridad, se puede solicitar directamente una declaración responsable. Esta declaración permite iniciar la actividad sin necesidad de una licencia de apertura formal, siempre y cuando se cumpla con la normativa vigente y se presente toda la documentación requerida.
La declaración responsable es un documento mediante el cual el titular de la actividad declara que cumple con todos los requisitos legales y que se compromete a mantener estas condiciones. Este procedimiento se encuentra regulado por la Ley 12/2012 de Medidas Urgentes de Liberalización del Comercio, que tiene como objetivo agilizar los trámites para el inicio de actividades comerciales.
3. Diferencias Fundamentales entre Licencia de Actividad y Licencia de Funcionamiento
Para comprender mejor las diferencias entre la licencia de actividad y la licencia de funcionamiento, resulta útil agruparlas de forma resumida:
- Propósito: La licencia de actividad se enfoca en autorizar la realización de obras y modificaciones en el local, mientras que la licencia de funcionamiento autoriza la apertura del negocio una vez que las obras han sido completadas y aprobadas.
- Documentación y Proceso: La licencia de actividad requiere un proyecto técnico detallado y el cumplimiento de requisitos urbanísticos y ambientales. Por otro lado, la licencia de funcionamiento requiere, principalmente, un certificado de que las obras se realizaron conforme al proyecto inicial.
- Orden de Solicitud: La licencia de actividad es siempre previa a la licencia de funcionamiento. No se puede solicitar la licencia de funcionamiento sin que la licencia de actividad haya sido aprobada y las obras hayan finalizado correctamente.
- Coste: Ambas licencias tienen costes asociados, aunque la licencia de funcionamiento suele ser más económica, ya que sus tasas se basan en la verificación de las condiciones ya establecidas por la licencia de actividad.
4. Legislación Aplicable en Madrid
En la Comunidad de Madrid, la normativa que regula la obtención de licencias de actividad y funcionamiento incluye la Ley 2/2002 del Suelo de la Comunidad de Madrid y el Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales. Estos marcos legales definen los requisitos y procesos que deben cumplirse para obtener estas licencias. Además, la Ley 12/2012 de Medidas Urgentes de Liberalización del Comercio también tiene un impacto significativo, ya que facilita la apertura de actividades inocuas mediante la declaración responsable, reduciendo el tiempo y los trámites necesarios para emprender ciertos negocios.
En Madrid, la Ordenanza Municipal para la Apertura de Actividades Económicas regula el procedimiento para la concesión de licencias. Esta ordenanza establece que, dependiendo del tipo de actividad, será necesario presentar un proyecto técnico, cumplir con normas de accesibilidad, gestionar los residuos de manera adecuada y cumplir con las normativas de seguridad y salud.
Es importante tener en cuenta que cada municipio puede establecer requisitos particulares, por lo que siempre es recomendable revisar la normativa específica del Ayuntamiento correspondiente.
5. Ventajas y Desventajas del Proceso de Licencias en Madrid
El proceso de obtención de licencias en Madrid tiene como objetivo principal garantizar la seguridad de las personas, la protección del medio ambiente y el cumplimiento de las normativas urbanísticas. Sin embargo, este proceso tiene sus ventajas y desventajas:
- Ventajas:
- Garantiza la seguridad y salubridad del espacio donde se desarrollará la actividad.
- Permite que el Ayuntamiento controle el uso adecuado del suelo y las condiciones del local.
- Las licencias protegen tanto a los consumidores como a los propietarios de establecimientos, ya que verifican que el negocio cumpla con la normativa vigente.
- Desventajas:
- Lentitud del proceso: Obtener una licencia de actividad y, posteriormente, una licencia de funcionamiento puede ser un proceso largo, especialmente cuando se requiere la elaboración de un proyecto técnico detallado.
- Coste económico: Los impuestos y tasas asociados al proceso de licencias pueden ser una barrera para algunos emprendedores, especialmente en el caso de pequeñas empresas o startups con recursos limitados.
- Complejidad burocrática: Los diferentes requisitos y documentos que se deben presentar pueden resultar complejos, por lo que es común recurrir a profesionales técnicos, lo cual supone un coste adicional.
6. Conclusión
La diferencia entre la licencia de actividad y la licencia de funcionamiento en Madrid es clara: la primera autoriza las obras y modificaciones en un local, mientras que la segunda permite que el negocio comience a operar. Ambas licencias son fundamentales para garantizar que el establecimiento cumpla con todas las normativas en cuanto a seguridad, salubridad, y respeto por el medio ambiente.
Además, la figura de la declaración responsable ha simplificado el proceso para actividades consideradas inocuas, permitiendo que ciertos negocios inicien su actividad de forma más ágil y sin la necesidad de pasar por un proceso de licencia de apertura tradicional. Sin embargo, siempre es recomendable acudir a un especialista que pueda guiar a los emprendedores a través de estos procesos, para evitar retrasos y asegurar el cumplimiento de la normativa.
El cumplimiento de estos requisitos y la obtención de las licencias adecuadas no solo es una obligación legal, sino una garantía para la seguridad de los trabajadores, los usuarios, y los vecinos del entorno. Cumplir con la normativa vigente desde el primer momento ayudará a evitar sanciones, cierres forzosos, y otros problemas que puedan surgir a lo largo del desarrollo de la actividad empresarial.
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Fdo. Miguel Fernández
Administrador de Fincas de Madrid