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Administración de Fincas

Incendio de un cargador de coche eléctrico: consecuencias, responsabilidades y la importancia del seguro adecuado

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La movilidad eléctrica se encuentra en pleno auge en España y en el mundo entero. Cada vez más conductores optan por un coche eléctrico (EV) o un híbrido enchufable, motivados por la sostenibilidad, los beneficios fiscales y el ahorro a medio plazo. Sin embargo, este cambio tecnológico plantea nuevos retos en materia de seguridad y aseguramiento, especialmente en torno a un aspecto crítico: los cargadores eléctricos.

Aunque los sistemas de recarga están diseñados con estrictos estándares de seguridad, el riesgo de un incendio nunca puede descartarse por completo. Los orígenes de un siniestro pueden ser diversos: fallo del vehículo, defectos en la instalación eléctrica, sobrecalentamiento del cargador, un uso inadecuado o incluso un error humano. Sea cual sea la causa, las consecuencias de un incendio durante la recarga de un coche eléctrico pueden ser graves tanto en daños materiales como en responsabilidad legal.

Este artículo explora en detalle qué puede ocurrir en caso de incendio de un cargador de coche eléctrico, qué seguros pueden cubrir este riesgo y cuáles son las recomendaciones más importantes para propietarios y comunidades de vecinos.

¿Qué ocurre en caso de incendio de un cargador eléctrico?

Cuando se produce un incendio en un garaje comunitario o privado vinculado a la carga de un vehículo eléctrico, lo primero que debe determinarse es el origen del siniestro. Esta investigación corre a cargo de peritos designados por aseguradoras y, en su caso, por el cuerpo de bomberos. El responsable final de los daños será el propietario del vehículo o del cargador, dependiendo de dónde se haya producido el fallo inicial.

Los daños derivados pueden ser considerables: destrucción parcial o total del vehículo, afectación a otros automóviles, daños estructurales en el edificio, humo tóxico en viviendas e incluso perjuicios personales si hubiera heridos. Por ello, además de cumplir con la normativa de instalación, es esencial contar con la cobertura de seguro adecuada.

Seguro obligatorio del vehículo: primera línea de cobertura

La legislación española establece que todo automóvil o motocicleta debe disponer de un seguro de responsabilidad civil obligatorio. Este seguro es el que entra en juego si se determina que el incendio se originó en el propio vehículo durante el proceso de carga.

En tal caso, el seguro obligatorio del coche eléctrico asumirá los daños ocasionados a terceros, ya sea en la finca, en otros coches o en personas afectadas. Si el propietario del vehículo carece de póliza (situación irregular), será el Consorcio de Compensación de Seguros quien cubra los daños, con derecho de repetición contra el propietario negligente.

Algunas pólizas de auto, especialmente las específicas para coches eléctricos, pueden extender su cobertura al cargador durante el proceso de carga. Sin embargo, esto no es automático y depende de las condiciones particulares de la póliza contratada.

¿Qué ocurre si el incendio lo provoca el cargador?

En este caso, la responsabilidad recae directamente sobre el propietario del punto de recarga. La aseguradora del coche no siempre cubrirá los daños, salvo que el contrato lo contemple expresamente. Para protegerse frente a este riesgo, el propietario tiene varias alternativas:

  1. Incluir el cargador en la póliza multirriesgo del hogar, siempre que la vivienda y el punto de carga estén en el mismo edificio.
  2. Ampliar la póliza del coche eléctrico, mediante coberturas específicas para el punto de carga.
  3. Contratar un seguro independiente, por ejemplo, para un garaje o trastero donde se incluya la instalación eléctrica, con garantías adicionales como avería de maquinaria o equipos electrónicos.

En todos los supuestos, es importante que el propietario declare correctamente la existencia del cargador, ya que omitir esta información puede suponer la denegación de la cobertura en caso de siniestro.

Responsabilidad civil y derecho de repetición

Otro aspecto clave es el derecho de repetición recogido en el artículo 43 de la Ley de Contrato de Seguro. Esto significa que, aunque la aseguradora pague inicialmente los daños, podrá reclamar posteriormente al propietario o causante del incendio si se demuestra dolo, negligencia grave o incumplimiento de normativas vigentes.

Por ejemplo, si el cargador se instaló sin cumplir la normativa de baja tensión, sin boletín eléctrico o por un instalador no autorizado, el seguro podría abonar las indemnizaciones a terceros, pero luego exigir al propietario el reembolso.

La importancia de la comunidad de propietarios

Cuando los garajes son comunitarios, la responsabilidad no recae únicamente en el propietario del vehículo o cargador. La comunidad de propietarios también debe actuar con previsión.

  • Es recomendable que la póliza comunitaria de responsabilidad civil contemple los riesgos derivados de instalaciones privativas como los cargadores eléctricos.
  • Si la instalación es comunitaria (puntos de recarga compartidos), la comunidad tiene la obligación de informar a la aseguradora y adaptar su póliza.
  • Incluso en el caso de cargadores privados, la comunidad debe notificar la existencia de estos equipos a su aseguradora, ya que suponen una modificación del riesgo y pueden influir en el precio de la póliza.

¿Qué pasa si el incendio ocurre cuando no se está usando el cargador?

El riesgo no desaparece cuando el cargador está inactivo. Un fallo eléctrico o una sobrecarga pueden generar un incendio incluso en reposo. En este escenario, la responsabilidad sigue siendo del propietario de la instalación, que debe responder frente a terceros y frente a la comunidad.

Esto refuerza la necesidad de que todo propietario disponga de al menos una cobertura de responsabilidad civil vinculada a su cargador, para evitar asumir personalmente gastos que pueden ascender a cientos de miles de euros.

Conclusión: prevención, transparencia y seguro adecuado

Los incendios en garajes vinculados a la carga de coches eléctricos son poco frecuentes, pero sus consecuencias pueden ser devastadoras. Los daños materiales, la posible afectación a terceros y la complejidad de la reparación justifican la necesidad de contar con una protección aseguradora adecuada.

En resumen:

  • El seguro obligatorio del vehículo cubre los daños si el incendio proviene del coche.
  • El propietario del cargador es responsable directo si el origen está en la instalación eléctrica.
  • Existen distintas opciones de aseguramiento: póliza de hogar, ampliación del seguro de coche eléctrico o póliza independiente.
  • La comunidad de propietarios debe informar a su aseguradora y valorar ampliar coberturas.
  • En todo caso, declarar la existencia del cargador es clave para evitar la denegación de cobertura.

La movilidad eléctrica exige, además de concienciación ambiental, responsabilidad en materia de seguridad y seguros. Instalar correctamente los cargadores, mantenerlos en buen estado y contar con la póliza adecuada son los pilares para disfrutar de un coche eléctrico con tranquilidad.

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Fdo. Miguel fernández

Administrador de Fincas en Madrid, Avila y Guadalajara

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